Lo que no te imaginabas de los encuentros en el sexo de pago
El COVID-19 ha cambiado la forma de proceder de la sociedad y de muchos negocios para adaptarse a este nuevo contexto. Han sido ya muchos los mecanismos que se han probado para asegurar la distancia de seguridad, controlar los aforos y minimizar las opciones de contagio, sin embargo, no está siendo tarea fácil aunque la creatividad y responsabilidad que están demostrando muchas personas, no están haciendo más llevadero este momento.
Para las prostitutas, transmitir confianza y seguridad está suponiendo un duro trabajo y cada una lo intenta de una manera. Lo que está claro, es que es una de las profesiones que más está sufriendo esta pandemia, en primer lugar y sin ir muy lejos, por no estar reconocida como tal. El trabajo más antiguo del mundo sigue siendo tabú y en la mayoría de los países europeos, una actividad sin regular, lo que supone eliminar cualquier opción de ayuda social o de protección de su trabajo. En este contexto, para las trabajadoras sexuales el confinamiento ha sido un infierno.
Tras un largo parón de la actividad, aunque muchas han podido aguantarlo ofreciendo servicio de videollamada, para ellas es capital la vuelta a la actividad, volver a generar ingresos, pero para ello deben ser muy exigentes con las restricciones y la higiene, primero por ellas mismas y luego por sus clientes. Además, ese cuidado y responsabilidad es la mejor herramienta de confianza para atraer clientes como se puede ver en el buscador de chicas más importante de España pero, ¿cómo se preparan para el encuentro?
Según afirman muchas chicas, ya están equipadas con lejía y otros productos desinfectantes con los que limpian la habitación donde ejercen antes de cada encuentro. Parece lo más básico, pero aún estamos viendo cómo muchos bares o restaurantes se preocupan poco de desinfectar mesas y sillas con cada cambio de clientes.
Pero no solo la higiene y desinfección del lugar de trabajo es fundamental, la personal es igualmente importante. Las chicas lo saben y no solo obligan a los clientes a ducharse nada más llegar, sino que también se duchan ellas para el cliente sea testigo de que la higiene se está cuidando, un aspecto que los clientes destacan en sus reseñas en el conocido buscador de chicas mencionado anteriormente.
Otro aspecto básico es el de evitar los besos, si bien es cierto que ya en condiciones normales no todas las chicas acceden a dar este servicio, en tiempos de pandemia es una opción completamente descartada.
Como es lógico, difícilmente se puede limitar el contacto en el sexo de pago, porque precisamente de eso se trata, de contacto físico. Lo que sí es obligado, es el uso del preservativo en todo momento, sin limitarlo únicamente al acto sexual. Y, como el contacto entre cliente y trabajadora sexual es constante, tener un gel hidroalcohólico al alcance en todo momento, también es importante porque lavándonos las manos cada 15 minutos, estamos reduciendo el riesgo de contagio. Como está quedando claro durante la pandemia, la responsabilidad personal es un factor determinante.